domingo, 4 de enero de 2009

Dos poemas de Arturo Tijero

I
Nací roto, en la esquina rota del ojo izquierdo de mi madre

Nací con los ojos abiertos y un semáforo triste en la garganta

Naci en la terminal de un pueblo que bebió el líquido y comió mi ombligo

La calle me aventó a la calle y llamé hermanas a las putas

y me revolqué con ellas

dormí viéndole el culo a las estatuas de las fuentes

bebí la húmeda tristura de la madrugada: Me llené de frio.

II

Como suena la voz de la ciudad

que nadie duerme: Nido de putas y miseriosos

en la esquina: Mota y solvente, pulcras camionetas de nefandos judiciales

arrastran los sueños por la calle, en solares baldíos tiran mi sangre en los cuerpos:

Cuerpos que tiemblan y lloran y sorben mocos, rodillas y muslos y ojos lastimados

Encontré a María: Arronzada en la esquina del solar, con las manos sostenía sus piernas

Me acerque a ella, prendí un cigarro y me senté a mirarla

Ella se acercó como una perrita tímida, levanté los brazos y le hice un nido

Voló en la madrugada: solo su cuerpo se quedó conmigo.

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